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Algo Completamente Fiable!

También tenemos el mensaje profético como algo completamente fiable, al cual hacéis bien en prestar atención, como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que despunte el día y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. 2 Pedro 1:19
Lo que Pedro tenía en su corazón en el momento en que estaba escribiendo estas frases, puedo entenderlo, no porque conozco a Pedro, sino porque conozco al Señor, y siento lo mismo que pedro siente acerca del consejo y el amor de Dios.
 Muchos cristianos todavía se preguntan si esto es verdad, sin embargo, la única manera en que alguien se atreva a cuestionar la veracidad de esta afirmación es que él o ella no tienen la revelación del Espíritu. Pues esta es la gran belleza de estar en Cristo, Él está constantemente hablándonos, su presencia es tan abrumadora, que no puede ser ignorada. Y no hablamos de conocimiento intelectual, sino del testimonio del Señor Jesucristo en nuestro corazón, haciendo realidad cada palabra hablada a través de los profetas y apóstoles en la Biblia.
Pedro vivió durante tres años con Jesús, y él, más que nadie, fue testigo, no solo de la grandeza y el amor y la compasión del Señor, sino también su divinidad y la demostración diaria de su poder. Él, más que nadie puede decir, y no podemos refutarlo, que este mensaje profético es completamente fiable, porque nadie se lo dijo, no soñó o lo inventó o lo escuchó de los demás, él estaba allí, y lo probó, e incluso lo practicó él mismo, primero cuando fue enviado por Jesús junto con los otros de ciudad en ciudad para anunciar la venida del reino, y después del día de Pentecostés a través de las calles de Jerusalén y más allá, donde muchos fueron salvos, y sanos, y transformados por el poder de este mensaje.
Pedro dijo: ". Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con Él en el monte santo" Él estaba allí y vio cuando Jesús se transfiguró en su presencia, vio la gloria de nuestro Señor Jesucristo manifestarse frente a sus propios ojos, y en presencia de Juan y Santiago,
En ese momento, más que en cualquier otro momento antes de la resurrección de Jesús, Pedro tuvo la convicción de estar en la presencia de la divinidad.
Sin embargo, lo que es más extraordinario aun, es que debido a su testimonio, y por el testimonio de la presencia de Dios en nuestras vidas, nosotros podemos también afirmar de forma fiable que cada palabra de la Biblia es verdad. No porque vimos a los profetas escribirla, sino porque cuando la leemos, el Espíritu Santo está ahí con nosotros leyendo con nosotros, susurrando en nuestros oído cada palabra que leemos, y llenando nuestro corazón con entendimiento, con convicción, y con el sobrenatural conocimiento del Santo. Su palabra no es real porque alguien nos lo dijo, ella no es real porque nos lo imaginamos; Sus palabras son reales porque sabemos que lo son, porque Él está allí con nosotros cada vez que las leemos o las escuchamos, Él está allí explicándonos su significado y su importancia para nuestras vidas.
Cuando Pablo le dijo a Timoteo que toda Escritura es inspirada de Dios, creo que él estaba diciendo mucho más que el hecho de que Dios inspiró y guio a los profetas para escribirla, él está diciendo que Dios está ahí, respirando en nuestro cuello, susurrando sus palabras a nuestros corazones, afirmando nuestra fe, estampándonos con su sello de aprobación.
Puedo entender a aquellos que leen la Biblia y no obtienen nada de ella, o a aquellos que dicen que la Biblia no es más que un libro de fábulas. Ellos no podrían decir ninguna otra cosa, porque la Biblia no es sólo un libro que cualquiera puede tomar y leer y explicar. Sí ciertamente, cualquiera puede tomarla y leerla y explicar su interpretación de ella. Pero su verdadero significado sólo puede entenderse en el espíritu, sólo puede explicarse por el poder de Dios, y sólo es revelado a aquellos que han sido bendecidos por el don del Espíritu a través de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo; aquellos que han entregado sus vidas a Jesús y caminan en obediencia a sus mandamientos
En esencia, si no conoces a Jesús, y si Jesús no te conoce, no hay posibilidad de que puedas explicar lo que está escrito en la palabra de Dios.
Si hoy quieres ver y entender su verdadero significado, ora a Dios y pídele que habrá tu corazón a su divina revelación, y que permita que Jesús te toque y te guie a Él. Y si haces esta oración con ferviente pasión, con el verdadero deseo de conectarte con Él, el Señor va a abrir tu corazón y tus ojos, y serás capaz de leer y entender su palabra, y abrazarla como algo completamente fiable.
Que el Señor te bendiga y te guarde.

Rev. José A. Luna

Siervo de Cristo Jesús
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