Porque aunque vivimos en el mundo, nos vamos a la guerra no como el mundo lo hace. Las armas con que luchamos no son las armas del mundo. Por el contrario, son armas poderosas en Dios para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 Corintios 10:3-5
Me encanta ver la película "Matrix", vieja como puede ya ser, esta película muestra, de una manera mundana, una realidad que el mundo no se atreve a reconocer.
Y la realidad es que como el tema principal de la película, el mundo en que vivimos no es "real" es un mundo que se ha establecido para mantenernos dormidos, para mantenernos encadenados mientras seguimos siendo “felices” de vivir en él , un mundo el cual ha sido diseñado para nuestra mente.
¿Suena espeluznante? Porque hay más; esta no es la trama de una película como en “Matrix”, es la realidad tal como la vivimos cada día.
Una vez leí un libro de Stephen King llamado "insomnio" (Debo aclarar, yo usualmente no leo este tipo de literatura), en el cual la trama se desarrolla alrededor de la vida de un hombre con insomnio que empieza a ver las fuerzas que controlan la vida de las personas alrededor de él, según el libro, algunas personas muestran una aura brillante, limpia, y otras muestran un aura oscura fea, fuerzas malignas que los empujan al mal.
Y, por extraño que pueda parecer, la trama incluye también ‘un salvador’ y, por supuesto, las fuerzas del mal están tratando de destruirlo.
Lo interesante del libro es que nos muestra un paralelo con la vida espiritual del hombre.
Jesús dijo: "El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama (Mateo 12:30, Lucas 11:23) y él nos enseña esto porque no existe un lado neutral en las fuerzas espirituales que controlan este mundo.
Vivimos en un mundo físico en el que parece que nosotros establecemos las reglas, en el que parece que estamos en control de nuestras vidas, en el que parece que somos dueños de nuestro dominio.
La realidad es que hay un mundo espiritual en el que fuerzas opuestas están luchando constantemente por nuestras vidas, y nosotros no somos más que peones en esta guerra, piezas de un rompecabezas que tienen un lugar específico en el cual deben encajar y que pueden o no ser utilizadas en función del rol que decidamos desempeñar.
Y como en la película "Matriz", la única forma de liberar nuestra mente es a través de romper la cadena que nos ata a las fuerzas que nos mantienen esclavizados. Y como en el libro "insomnio", aquellos que obtienen el aura limpia no pueden ser tocados por las fuerzas del mal.
Sin embargo, la vida no es un libro o una película, es la realización de un propósito que fue creado por Dios desde el principio de los tiempos, un propósito el cual por la gracia de Dios quien nos dio la libertad de elegir, podemos optar por cumplir o rechazar.
Las fuerzas espirituales de las tinieblas están constantemente pululando alrededor de tu vida, y no se molestarán contigo, siempre y cuando te vean caminar en dirección a su dominio, no se preocupan por ti o por mi, pero sus apasionados deseos de interferir con las cosas de Dios les impulsa a destruir todo a su paso que pueda sugerir la intención de inclinarse hacia Dios, es por eso que la batalla es feroz con los que buscan al Señor.
Y nos agrade o no, somos parte de este conflicto entre el bien y el mal, y tenemos que tomar una decisión sobre nuestras vidas, que nada tiene que ver con el reino material, una elección que determinará donde pasaremos nuestra la vida eterna.
Alguien me envió ayer una nota sobre las 50 razones por las que un cristiano no pierde su salvación, y la persona que escribió la nota apoya su pretensión con varios pasajes Bíblicos. Estoy cien por ciento en concordancia con el hecho de que una persona verdaderamente salva no pierde su salvación, pero sólo un puñado de aquellos que están en la iglesia de hoy y que dicen que son salvos son verdaderamente salvos, y esto nos trae al punto que estoy tratando de presentar hoy; que nuestra mente es el campo de batalla donde las fuerzas del mal están tratando de derrotar el poder del evangelio. Y sigue siendo nuestra responsabilidad el ganar el control de nuestra salvación, permitiendo que el Señor Jesucristo sea el verdadero maestro de nuestro dominio.
No os conforméis más a los patrones de este mundo, sino sed transformados mediante la renovación de su mente. Entonces usted será capaz de comprobar cuál es la voluntad de Dios, su buena, agradable y perfecta voluntad. Romanos 12:2
Y la renovación de nuestra mente es un acto deliberado de nuestra voluntad con la ayuda del Espíritu Santo,
Porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
Cuando decimos que somos salvos y estamos actuando y viviendo como si no leemos la Biblia y los mandamientos de nuestro Señor Jesucristo, entonces no somos salvos. Cuando decimos que somos salvos, y estamos siendo controlados por nuestros viejos patrones de vida, entonces no somos salvos.
Una persona salva tiene al Espíritu Santo, quien le trae convicción a ella o él de las cosas que él o ella debe hacer, una persona salva tiene el deseo urgente de agradar a Cristo y seguir sus preceptos, aunque esté aun luchando con el pecado, y a menudo fallando.
Una persona salva, no se ajusta a los patrones de este mundo, pero a pesar de la tentación, él o ella reconoce la necesidad de cambio y lucha para lograr esos cambios.
Someteos, pues, a Dios. Resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7
No os ha sobrevenido tentación, excepto lo que es común al hombre. Y fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Pero cuando llegue la tentación, el os dará también una salida para que podáis confrontarla. 1 Corintios 10:13
Los que viven una vida mundana y dicen que son salvos, no lo son, es así de simple. Usted está o con Dios o con el diablo, no hay lugar en el medio.
Así que si usted está en esta situación, arrepiéntase, y entréguese a Jesús, y deje las tonterías acerca de ser un medio cristiano. No existe tal cosa.
No deje que el diablo le alimente más mentiras. Si usted es un cristiano entonces usted tiene el Espíritu de Cristo en usted.
Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no pertenece a Cristo. Romanos 8:9
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas! 2 Corintios 5:17
No se trata de lo que pueda hacer por Cristo, o los esfuerzos que aporte a la salvación. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de ti mismo, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9
Pero esta salvación trae transformación evidente en nuestras vidas, y deseos evidentes de renovar nuestra vida. Si estos no están presentes, la salvación no ha tenido lugar.
Sólo hay dos armas Efectivas contra las fuerzas de la oscuridad, la oración y la Biblia.
Oí a un predicador decir ayer, "cuanto más leemos la Biblia más nos acercamos a Dios y cuanto más cerca estamos de Dios más queremos leer la Biblia."
Si hay alguna duda en su mente acerca de su salvación, sométase a Dios en verdad, venga a Él con un corazón arrepentido, y deshágase de los viejos patrones, y viva.
Con mis bendiciones en nombre de Cristo.
Rev. José A. Luna
Siervo de Jesucristo