Nunca me han sobrado las palabras, aunque muchas veces he tenido conversaciones completas utilizando las palabras guardadas en el almacén de lo inservible.
Y es que he estado aprendiendo que tenemos dos secciones de nuestro ser reservadas para almacenar palabras; en la una esta todo lo que diremos que tiene algún valor o importancia, en la otra, están las palabras vacías, inocuas, irrelevantes, las cuales si las tiras a la basura, nunca te harán ninguna falta.
Y es mi experiencia que por lo general existe un desbalance total en estos archivos o almacenes, o fuentes, como los quieras llamar, pues parece ser que el almacén de palabras huecas es gigantesco, tanto que comúnmente no aparenta ajustarse a la lógica de los espacios físicos con relación a nuestros cuerpos. Por otro lado el amasen de palabras valiosas, parece ser muy pequeño, en algunos casos casi microscópico.
Y muchas personas se acostumbran a caminar por los senderos de la realidad humana cargando dificultosamente, esta montaña de de palabras inservibles, las cuales hacen el andar pesado, a menos que sean dejadas caer frecuentemente. Por esto no es sorprendente ver como tantos hombres y mujeres tienden a desperdiciar una gran parte de su precioso tiempo tirando esta montaña de palabras hacia todos lados, y encontrando en ello aliento, al poder descargar su pesado paquete. Sin embargo he aprendido a entender que lo opuesto es lo acertado pues este incomodo almacén parece inagotable, y mientras mas palabras sin valor dejas salir o por tu boca, muchas mas tendrás para desperdiciar.
La verdad es que en función del uso que le das a tus archivos de palabras, estos serán desarrollados, y si matas de hambre el archivo de palabras inservibles, eventualmente este será atrofiado y dejara de subyugarte. Por lo cual te recomiendo hermano que siempre economices tus palabras, y que si has de abrir la boca, sea para decir cosas relevantes, para desarrollar temas interesantes los cuales alimentaran tu almacén de palabras valiosas. Y si no existe nada importante que decir, no digas nada, no llenes el ambiente con el discordante sonido de palabras inocuas, y el valor de tu conversación será tomado en cuenta.
En el caso particular de este tema, necesitaba usar algunas palabras inocuas, las cuales me habían sobrado de mi última conversación inútil y de manera descortés, decidí lanzarlas a los espacios de la red, a ver quien las atrapa.
La Biblia dice en Proverbios 13:3.- El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre.
Dios les bendiga abundantemente.
Rev. José A. Luna
Siervo de Cristo Jesús